El Mahdi, el orgullo de Sudán y la épica muerte de Charles Gordon
Cuando el aventurero Samuel Baker dimitió como gobernador de Sudán y regresó a Inglaterra, el jedive Ismael, del que dependían los territorios de Sudán buscó un sustituto para gestionarlos y éste fue, Charles Gordon.
Egipto controlaba las tierras del norte de Khartoum (Jartum) y las riberas sudanesas del mar Rojo, el resto del país era tierra de nadie, más bien era un territorio donde campeaban a su aire los esclavistas árabes reclutando esclavos para mandar a El Cairo en un muy lucrativo negocio.
El jedive Ismael gobernaba desde El Cairo los territorios de Sudán. Su plan era unificar el valle del Nilo creando una nueva provincia egipcia al sur, en Sudán.
Samuel Baker y Florence en Khartoum (Jartum)
Samuel Baker llevo a cabo la primera parte de este proyecto y ahora el jedive necesitaba un sustituto. Este iba a ser Charles Gordon, un prestigioso militar ingles que tenía entre sus mas altos ideales, el abolicionismo.
Charles Gordon pertenecía a una familia de militares, entro en la carrera de las armas muy joven. Luchó en la Guerra de Crimea y en 1860 se fue a China sirviendo como oficial europeo en las fuerzas imperiales chinas.
Gordon llegó a Khartoum (Jartum) en 1874 aceptando la propuesta del jedive Ismael y convirtiéndose en el gobernador de Sudán, dominado por Egipto dedicándose a luchar contra el tráfico de esclavos.
En 1881, una ola de nacionalismo y xenofobia sacudió Egipto y los territorios al oeste de Sudán. El jedive Ismael había gobernado sometido a los dictados de Londres.
Este sometimiento de Egipto a las potencias coloniales venía generando un fuerte sentimiento de repulsa entre la población del país.
Sudán era una bomba de relojería, un territorio abonado para la rebeldía que esperaba un detonante que hiciera estallar toda la furia acumulada desde que Mohamed Ali ocupó el Sudán más de medio siglo antes. Los funcionarios egipcios seguían robando a manos llenas, los impuestos cada vez eran más gravosos, los egipcios saqueaban, violaban y asesinaban. La gota que derramara el vaso estaba a punto de llegar.
Nacía Muhammad Ahmed conocido como El Mahdi
Muhammad Ahmed conocido como El Mahdi nació alededor de 1844, en una isla del Nilo. Su padre era un constructor de canoas que vivía en la pobreza más extrema. El joven Muhammad a diferencia de sus hermanos, se dedicó a estudiar el Corán aprendiendo a escribir, algo inusual en Sudán.
Cuando se consideró preparado, se retiró a la isla de Abba, al sur de Khartoum (Jartum), en el Nilo Blanco donde vivió como un anacoreta. Predicaba el ascetismo, la pureza y la fe en Alá ganando cada vez, más y más adeptos. Su fama se extendió como la pólvora.
Muhammad Ahmed aceptó ser El Mahdi, el elegido de Dios, el enviado por Alá.
En el verano de 1881, El Mahdi ya tenía miles de seguidores. Al poco tiempo de proclamarse El Mahdi nombró a cuatro califas como lugartenientes, siguiendo la tradición de Mahoma.
Poco tiempo después, El Mahdi anunció el comienzo de la Yihad, la guerra santa.
Su victoria hizo estallar lo que se esperaba desde hacía tiempo, las rebeliones se extendieron por todo Sudán que abrazaba la causa del nuevo profeta. El Mahdi además, ahora se había hecho con armas y municiones acercándose peligrosamente a Khartoum (Jartum).
En El Cairo, los egipcios seguían con consternación los acontecimientos de Sudán. Veían derribarse el imperio levantado por Mohamed Alí e Ismael y presionaban a Londres para una intervención militar.
Los británicos ante esta situación enviaron de vuelta a Khartoum (Jartum) a Charles Gordon que había dejado el cargo de gobernador cuatro años antes para que organizara la evacuación de la guarnición egipcia y saliera lo antes posible de la ciudad. Cuando Gordon llegó a Khartoum fue vitoreado por las calles como un salvador. Gordon, sin embargo, consideró que su verdadera misión era salvar el Sudán y se atrincheró en Khartoum (Jartum).
En su avance, El Mahdi sitió la ciudad y Gordon se quedó aislado.
El primer ministro británico Gladstone no tenía intención de librar una guerra que le correspondía a Egipto, responsable de los territorios de Sudán así que intentaba mirar para otro lado. La opinión pública británica y la reina Victoria tuvieron que intervenir para que se mandara una expedición para salvar a Gordon.
Comenzaba la gran batalla épica de Khartoum (Jartum)
En agosto de 1884, el gobierno de Gladstone organizó una expedición para salvar a Charles Gordon al mando del general Wolseley, el militar más prestigioso en Inglaterra en ese momento.
En esos días, Charles Gordon comenzó a escribir sus famosos “Diarios de Jartum” dirigidos a su hermana Augusta que se convirtieron en un autentico éxito en Inglaterra.
El sitio a la ciudad por El Mahdi y sus cincuenta mil hombres se prolongaba. El alimento escaseaba, los nueve mil soldados que “protegían la ciudad” eran tropas de escaso valor militar y los veinte mil civiles pasaban hambre llegándose a comer hasta las ratas.
La situación de Khartoum se había vuelto desesperada tras las fallidas expediciones para conseguir ayuda enviadas por Gordon.
La gente moría en las calles por cientos. La ciudad se hundía en el desánimo y el hambre.
El Mahdi fascinado por la personalidad de Charles Gordon le ofreció un salvoconducto pero Gordon contestó “Permaneceré aquí hasta caer con la ciudad”.
En la madrugada del 26 de enero de 1885, El Mahdi lanzó un ataque aprovechado un error en las defensas de Gordon. Cientos de derviches entraron en Khartoum (Jartum) sin encontrar apenas resistencia. Se produjo una masacre en la que diez mil hombres, mujeres y niños fueron brutalmente asesinados en una terrible orgía de sangre y pillaje. Ni un europeo quedó con vida.
Charles Gordon con traje de gala, armado con pistola y sable, salió por la escalinata de su palacio muriendo alanceado. Los hombre de El Mahdi le cortaron la cabeza acuchillando su cuerpo hasta convertirlo en un amasijo de carne y sangre. Envuelta en un paño, la cabeza de Gordon fue presentada al Mahdi.
Dos días después llegó la expedición de rescate.
Desde Londres las órdenes fueron terminantes, retirada total de Sudán. Todo quedó en manos de El Mahdi.
Poco después, El Mahdi se convirtió en un señor feudal e impuso con extremo rigor la Sharía, la ley coránica. los azotes, mutilaciones, encarcelamientos y ejecuciones se sucedieron por el país.
El Esperado Mahdi sobrevivió muy poco a la caída de Khartoum. El 22 de juno de 1885, cinco meses después de la muerte de Gordon, fallecía a los cuarenta y un años.
El famoso film de aventuras, “Khartum (Khartoum, 1966)” recrea el épico episodio del asedio de Jartum
La película interpretada por Charlton Heston (Charles Gordon) y Laurence Oliver (El Mahdi) en su última escena, la entrega de la cabeza de Gordon.