El Parque Nacional del Kruger, una de las maravillas de Sudáfrica
Viajar en tu coche a Sudáfrica
(web de los parques nacionales de Sudáfrica)
El Parque Nacional Kruger es uno de los Parques Nacionales de mayor extensión del mundo y sin duda de los más famosos. Es la reserva más importante de Sudáfrica junto con el Parque Transfronterizo de Kgalagadi. Tiene una extensión semejante a cualquier provincia de España y en él viven en libertad casi toda la fauna africana. El Kruger esta situado en el noreste de Sudáfrica, limita con Mozambique y se extiende de norte a sur desde la frontera de Zimbabue hasta casi los limites de Zwazilandia
El Kruger es una de las pocas áreas de conservación de animales que quedan en el mundo. Uno de los últimos refugios del rinoceronte blanco y negro que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción. En Sudáfrica viven cerca del 80 por cien de la población mundial de rinocerontes.
Se han encontrado, además, pruebas de presencia de prehomínidos que se remontan hasta hace 1.500.000 años. Los bosquimanos habitaron este área desde 100.000 a C. El Parque abrió sus puertas al público en 1927 proclamándose Parque Nacional del Kruger en 1926. Hoy día recibe a más de un millón de visitantes al año.
¿Cómo llegar al Parque Nacional Kruger?
Es muy fácil llegar al Parque Nacional Kruger y muy sencillo manejarte en él. Lo he visitado en dos ocasiones que volamos con vuelos directos de Iberia Madrid – Johanesburgo alquilando un coche en el mismo aeropuerto. Esta foto esta hecha durante mi primer viaje, camino de Nelspruit, la ciudad más cercana a una de las puertas de entrada al Parque Nacional Kruger. Cuatro horas fantásticas de un viaje con unos paisajes bellísimos. La primera vez fuimos solos de avanzadilla pero nos impresionó tanto que al año siguiente volvimos con nuestros amigos
La ciudad de Nelspruit se encuentra a las puertas del Parque y tiene aeropuerto. Hay otros dos aeropuertos cercanos a otras entradas del Kruger. Phalaborwa y Hoedspruit.
El parque tiene varias puertas de acceso, repartidas entre sus 350 kilómetros de largo con un área de 18.989 kilómetros cuadrados. En cada puerta hay una caseta de información donde cobran las tasas para entrar.
El parque alberga poblaciones de 5000 rinocerontes blancos, 350 rinocerontes negros, 25000 búfalos, 2000 leones, 9000 jirafas, 3000 hipopótamos, 1000 leopardos, 12000 elefantes, 17000 ñues, 4000 jabalíes, 2000 hienas y 170000 impalas. Además tiene 1982 especies diferentes de plantas, 517 especies de aves, 253 residentes en el Parque y 117 migratorias. Los Big Five (los cinco grandes, elefante, leon, búfalo, rinoceronte y cheetah) se encuentran presentes en el Kruger, además 147 especies diferentes de mamíferos. Además el Parque tiene 120 especies de reptiles, cocodrilos, peces y anfibios.
El Parque Nacional del Kruger tiene zonas de acceso público y privado la mayor parte son zonas públicas en la que puedes hacer tu propio safari moviéndote con tu coche de forma independiente. La primera vez que visité el Kruger me quede muda. En nuestro pequeño y barato coche alquilado entramos por Nelspruit. Esta es la primera imagen que tengo del Parque nada más entrar, una familia de elefantes-
No daba crédito, cinco minutos en el Parque y una manada de elefantes.
El Parque tiene 21 campamentos, 12 campamentos principales, 4 campamentos satélites, (con menos servicios), 7 refugios privados concesionarios y 11 refugios privados.
Solo conozco la parte pública del Kruger y únicamente me he alojado en los campamentos públicos que tienen muchas opciones como bungalows, tiendas de campaña, cabañas, etc. Todos son fantásticos. Los precios varian pero no son caros. Para mi, lo ideal es ir recorriendo campamentos y dormir cada noche en uno diferente porque la fauna va cambiando a medida que haces kilómetros siendo los animales muy diferentes.
El Parque tiene unas estrictas normas de seguridad con horarios de apertura y cierre de las puertas. La velocidad se controla dentro del parque que es de 50 km/h en vías asfaltadas y 40 en las de grava.
¿Dónde dormir en el Parque Nacional del Kruger?
Los campamentos están muy bien equipados. Hay campamentos grandes y otros más pequeños. La mayoría de los campamentos grandes tienen tienda para comprar productos de primera necesidad, restaurante, piscina y gasolinera. Puedes comprar carne, verduras, bebidas y cocinarlas en barbacoas que hay por todas partes pero también puedes acercarte por el restaurante que tienen alguno de los campamentos principales.
Además, están los campamentos más pequeños, increíbles, situados en plena selva con una capacidad mucho menor.
En el Kruger, cerca de los ríos y charcas (los campamentos de Skukuza, Pretoriuskop, Lower Sabie y Crocodile Bridge) se ven hipopótamos, elefantes, cocodrilos, búfalos y jirafas.
En los campamentos centrales (Satara, Olifants y Letaba) están llenos de antílopes, cebras que atraen a los depredadores como leones o leopardos.
En el norte esta los campamentos de (Shingwedzi y Panda Maria) que no me dio tiempo a conocer, una pena porque deben ser fantásticos, en estos abundan los elefantes y búfalos, así como leopardos.
Además de estos campamentos hay otros dieciocho campamentos pequeños. En los campamentos grandes (Skukuza, Pretoriuskop, Lower Sabie y Crocodile Bridge Satara, Olifants y Letaba) hay tiendas donde se vende comida y gasoil.
Los cinco campamentos más pequeños son Boulders, Mopani, Jock of the Bushveld, N’wanetsi y Rodewaal tienen un régimen diferente y no tienen restaurante.
Las zonas privadas cuentan con lodges y hoteles de más calidad pero más caros. Lo bueno de las zonas privadas del Kruger es que están autorizados a recorrer el parque, saliéndose de los caminos habituales y permitidos y por lo tanto tienen más posibilidad de ver más animales.
¿Cuando visitar el Parque Nacional del Kruger?
El Kruger se puede visitar todo el año. En invierno (de junio a finales de agosto) la vegetación está seca y el paisaje es más duro pero las posibilidades de ver animales aumentan porque se concentran donde hay agua. En verano (de septiembre a abril) el paisaje es más verde y los animales pueden camuflarse mejor; las grandes manadas caminan con sus crías. Nosotros siempre hemos ido en noviembre.
El equipaje depende de la época. En invierno las temperaturas oscilan entre 8 y 15 grados y se hace necesario algo de abrigo, sobre todo al amanecer o atardecer. En verano, pantalón corto y camiseta, aunque los safaris de madrugada, a las cinco o cinco y media hace un frío que pela.
Nosotros siempre hemos visitado el Kruger por nuestra cuenta, coche alquilado y moviéndonos por las zonas públicas y durmiendo en los campamentos públicos pero también se tiene la opción de coger un buen ranger que conozca bien el parque, los territorios de los felinos y visitar las zonas privadas que obligan a llevar guía.
La experiencia de recorrer el parque, cambiar de campamentos, ver caer la tarde con la más increíble puesta de sol es algo irrepetible.
Es mejor reservar desde España para no llevarte sorpresas.
La opción más barata para hacer safaris es hacerlo en tu propio coche. Lo normal es llegar a Johanesburgo y en el mismo aeropuerto alquilar uno. En cuatro horas o cinco te plantas en las puertas del Kruger. Una vez dentro puedes conducir libremente por las carreteras de asfalto o de tierra. Conduciendo tu propio coche, van saliendo los animales a tu encuentro. La sorpresa siempre está asegurada.
Pero el Kruger también tiene safaris contratados en 4*4 a la búsqueda de animales que te ofrece el mismo parque y que no son caros. Los safaris se hacen al amanecer (en torno a las cinco de la mañana) al atardecer sobre las cuatro o cinco de la tarde.
También hay safaris nocturnos para ver la fauna de noche y caminatas por la selva acompañados de los rangers. Estas caminatas con rangers es la única forma de bajar del coche. Para mi son las mejores aunque son las más peligrosas.
A nosotros, lo que más nos gustaba eran las excursiones a pie con los rangers armados de madrugada y a la caída de la tarde.
Hicimos varías en el Kruger. Tienen mucho más riesgo. Los animales son imprevisibles. Los rangers solo acompañan a dos o tres personas porque si aparece un león, un elefante furioso o una situación de alerta es controlable. En una de las caminatas a pie nos salieron dos enormes hienas a dos metros. En otra una manada de búfalos. Los rangers nos dieron la orden de no movernos y pasaron de largo sin mas.
Antes de salir de caminata por la selva, te dan una serie de explicaciones sobre lo que hay que hacer ante una situación de riesgo. No moverte, dejar a los rangers actuar, no salir corriendo, no gritar, permanecer quieto.
Los safaris tienen una duración de dos horas y media. Los rangers son conocedores de la naturaleza y del comportamiento animal. Están entrenados profesionalmente y les apasiona su trabajo. Pasear con ellos es fantástico porque te explican la maravillosa vida de la naturaleza.
El Kruger es un lugar único donde no pasa ni un segundo sin que algo te asombre. El Parque tiene aparte de los campamentos, alguna zona de descanso valladas y protegidas donde se permite bajar del coche. En estas zonas de descanso puedes tomarte un café o hacer una parada. Tienes que tener cuidado porque siempre hay algún mono espiando para pillarte desprevenido y dejarte sin desayuno.
Estas zonas tienen alguna mesa con bancos para sentarte un rato y sobre todo baños para hacer una parada en el camino, el Kruger tiene una enorme extensión.
La gente vuelve de los safaris y cuenta sus experiencias.
La vida en los campamentos es fantástica. Nos levantabamos en plena noche, antes del amanecer, para salir a recorrer la selva con los rangers. A las diez de la mañana, el sol ya aprieta y la vida de los animales se va apagando. Es cuando se quedan quietos bajo las sombras de enormes árboles africanos y es complicado verlos con actividad.
A las nueve o nueve y media de la mañana acaban los safaris y se vuelve al campamento. Es la hora de un fantástico desayuno.
Hacia las once en el Kruger hace calor. Los campamentos principales tienen fantásticas piscinas donde quitarte el implacable sol africano. Los animales descansan en las sombras de los árboles, no se mueven y es difícil verlos. Es en este momento cuando la vida de campamento se llena de movimiento, leer, escribir, hacer alguna compra para preparar la comida. Es el momento del trasiego, de la actividad revisando y comprobando los coches. El campamento es un pequeño universo, un mini cosmos que no se puede comparar a nada. Es el momento del descanso y sosiego.
Hacía las cuatro, el sol empieza a descender y las sombras se extienden por la sabana africana. Se acerca la hora del safari de la tarde con la mejor de las puestas de sol que uno pueda imaginar. Los animales vuelven a estar activos preparándose para la caza. Una ruta de safari a pie con los ranger es la mejor opción.
Una de las cosas curiosas de este parque son los paneles donde puedes seguir el avistamiento de animales. En cada campamento hay uno. Lo primero que haces cuando te levantas o después de desayunar es acercarte para ver donde se han visto hoy leones, búfalos, hienas, etc. La gente va poniendo chinchetas de colores con los animales y el lugar exacto donde los han visto.
A medida que la tarde cae, las sorpresas te asaltan en el camino. Un elefante se planta delante de nuestro coche siguiendo su senda. Un rinoceronte que se acerca con paso cansino. Todo es fantástico. Los coches de safari empiezan a recorrer los caminos. La tarde cae y la luz se torna anaranjada. Esta prohibido llegar tarde al campamento y son muy estrictos con la llegada. Hay que llegar a la puerta del campamento antes de que el sol se esconda. No se permite recorrer el parque al anochecer por el riesgo que puede suponer.
A las seis se pone el sol y los campamentos cierran sus puertas. Está prohibido circular por el Kruger cuando la noche comienza. Ahora es la hora de disfrutar del mas maravilloso atardecer del planeta.
Hay cientos de anécdotas en el Kruger que contar. Una tarde salimos de ruta por el Parque Nacional del Kruger con nuestro pequeño coche alquilado. De repente, cuando ya atardecía volviendo al campamento, nos encontramos un enorme rinoceronte en mitad de la pista. Conducía yo. En un segundo, comprendí con horror el tamaño de nuestro ridículo coche. El pánico fue creciendo al comprobar que no llegaba ni a la cintura del rino. Nos pusimos muy nerviosos porque se hacía de noche y nos daba pavor pasar por delante del enorme bicho y dar la vuelta por otra pista llevaba su tiempo y nos cerraban el campamento. Cambiamos de conductor y a doscientos por hora pasamos por delante de las narices de la bestia que seguramente ni había reparado en nosotros. Al llegar al campamento, nos echaron una tremenda bronca porque no se puede andar al anochecer por estos parques.
Es fantástico desde tu coche poder ir viendo toda la vida animal y salvaje.
¿ Cuantos días en el Kruger?
Hay quien dice que tres noches es suficiente en el Kruger. Yo opino que cinco días es el mínimo porque es imprescindible recorrer los campamentos y ver como cambia la fauna. En tres días solo te da tiempo a conocer una parte del Kruger y por lo tanto solo parte de su vida animal. Cuantos más safaris se hagan, más posibilidades de ver a los Big Five (león, leopardo, rinoceronte, búfalo y elefante).
El primer y casi único objetivo de recorrer el Kruger es poder ver a los Big Five (los cinco grandes). En el Kruger están todos aunque son más fáciles de ver unos que otros. Nosotros vimos los Big Five pero no en la cantidad y con la facilidad con que los disfrutamos en el Parque Transfronterizo de Kgalagadi donde nos pusimos hasta las botas de ver leones y leones.